La pasada semana visitamos uno de nuestros viñedos favoritos y pudimos comprobar que las cepas viejas de bobal evolucionan a la perfección. Próxima parada… ¡El envero!
En la actualidad, podemos observar los racimos compactados, bayas duras y verdes que gracias a su crecimiento en las últimas semanas, se cierra y da lugar a una perfecta estructura de racimo.
En esta fase, conocida todavía como periodo herbáceo, la baya va engordando y se comporta como un organismo clorofílico en crecimiento. Esto significa que su fotosíntesis es intensa al principio y va decayendo a medida que se acerca la coloración de las uvas, también conocido como envero. Aquí veremos cómo van a apareciendo en las bayas los pigmentos característicos de cada variedad.
Las bayas verdes demandan sustancias nutricionales a las hojas, principalmente azúcares y también, ácido málico y tartárico, necesarios para su desarrollo posterior.
Gracias a nuestra situación geográfica(altitud, latitud, aireación, insolación, temperatura) y a las características edafológicas de nuestro terruño (suelos pobres en materia orgánica, sueltos, …) se favorece el óptimo desarrollo de las bayas.
Os dejamos unas fotos de racimos en esta fase.